Yo no conozco mi verdad, solo reconozco mi identidad, aquella que yo me he creado y en la que me vivo. Identidad que me ciega, que me limita en mis experiencias de vida. Cual fantástico es el poder de la mente que es capaz de enturbiar y oscurecer la luz mas intensa que nace de nuestro ser, ¿Qué sentido tiene tan magnifico poder?, ¿yo siendo luz creo mi propia oscuridad? Acaso la razón es que, uno tan solo es consciente de la luz cuando hay oscuridad. ¿Son las dos caras de una misma moneda?, ¿moneda que engrosamos nosotros y a mayor valor, mas nos alejamos de la luz? Y si la reducimos, vamos menguando dicho grosor, ¿Qué pasaría? Al reducirlo al mínimo nos podemos dar cuenta de que luz y sombra es lo mismo, no existe diferencia, puesto que ni hay luz ni sombra tal y como la entendemos. Es mas, hablar de ellas es hablar de sombra, puesto que lo que entendemos como luz no puede ser concebido o interpretado, algo que no podemos ni ver ni sentir, tan solo experimentar. No hay una luz blanca, una energía azul, no puedo salir de mi cuerpo para sentirla…, todo eso sigue siendo encrucijadas mentales, la misma oscuridad que negamos. No, no podré conocer mi verdad, tan solo interpretar desde una identidad como quiero que sea, quizás, esa identidad me lleve a estar más en paz, más cerca de la vida, del momento presente, pero no dejara de seguir siendo laberintos de magia que mitigan mi corazón. La vida no se experimenta en un futuro, ni en las vivencias del pasado, pero tampoco se hace en el presente, pues es tan efímero y volátil que no podemos percibirlo. La vida se expresa sin tiempo, todo a la vez, y si es atemporal el presente tampoco existe.
No, nunca sabré mi verdad, no como creo que debo saberla o experimentarla, en este mundo no, en este cuerpo no, en estas sensaciones o emociones no.
Pero querido/a viajero/a, no saber tu verdad es lo que menos te ha de importar, ella si sabe de ti, ya lo es, y no necesita reconocerse, ni que seas capaz de verla. No la busques, porque tan solo ahondaras mas en la oscuridad enmascarada de luz.
Observa la vida, lo que pasa a tu alrededor, lo que pasa en tu interior y busca un equilibrio entre pensar y sentir, entre emoción y razonamiento, entre expresión y experiencia. Busca un equilibrio entre verdad y vida, un equilibrio que te haga sentirte mejor, sin más, y cuando no lo estés, vuelve a buscar ese equilibrio, pero sin certezas, pues la certeza es la mecha de la oscuridad.
Toda identidad se puede cambiar, adapta la tuya para generar una mejor vida para ti, en aquello, que en este momento de tu existencia crees que es con lo que puedes mejor disfrutar de cada instante. Hoy pueden ser baños de cuencos tibetanos, mañana la expresión corporal, quizás la negación de todo, creer en un dios a en la astrología, da igual, todo es igual de cierto e igual de falso, la pregunta es ¿Qué te hace a ti, ahora, sentirte mejor?, vívete así y ábrete a poder dejarlo todo, sin apego.
Por eso, cuestiónate mis palabras, pues son mi forma de expresarme en la vida ahora, mañana quizás no.
Gracias por compartir un trocito de vida conmigo.